Por: Teresa Peralta / tperaltacheco@gmail.com
La bibliotecología en la República Dominicana es un saber y una profesión relativamente joven, con una cantidad reducida de profesionales en comparación a la potencial demanda de la población. Es una labor ambivalente en un proceso de redefinición de su campo de estudio, que se enmarca en el mundo de la cultura, la educación y del conocimiento organizado y registrado. El bibliotecario está en las universidades y en todas las instituciones públicas y privadas donde hay centros de información, centros de documentación y bibliotecas, sin importar su naturaleza.
El profesional de la biblioteca es un mediador entre el usuario y el
conocimiento organizado, un gestor, animador social con vocación de servicio
para hacer llegar la información contenida en documentos de cualquier tipo y
formato a la población. Es un ente social dinámico, su función constituye un
servicio fundamental e imprescindible para todos aquellos ciudadanos que
requieren y buscan documentación como insumo para crear y recrear el saber.
A esta profesión se le ha etiquetado como algo aburrida. Hoy es un quehacer
cambiante que exige la actualización permanente debido al avance de la
tecnología; es una profesión activa, de servicio, adaptación e imaginación, y
requiere del aprendizaje constante y el compromiso de quienes la ejercen.
Hoy los bibliotecarios estamos empeñados en la defensa del libro y de la
lectura. Las transformaciones sociales, políticas, tecnológicas y económicas
influyen en todas las profesiones, y particularmente en aquellas en que hay una
enorme influencia
Asumimos un compromiso social, aunque la sociedad siga teniendo una visión
medieval del bibliotecario. Aun así, la bi bliotecología es poco conocida y
poco valorada en nuestro país.
Tradicionalmente a las bibliotecas y a los bibliotecarios se les ha considerado
como neutrales, sin embargo, desde su actividad que es proporcionar acceso a la
información, la cual es producida dentro de un contexto cultural, se está
tomando postura pues la cultura nunca ha sido imparcial.
La bibliotecología no es una profesión neutral. Se enmarca dentro de las
ciencias al servicio de una sociedad en la que se hace imperante la búsqueda de
la justicia social. En este marco abogamos porque todas las personas tengan el
mismo derecho de acceso a los servicios culturales y a la información.
*La autora es catedrática universitaria y gestora cultural.
No hay comentarios:
Publicar un comentario