Por Teresa Peralta
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La situación de las bibliotecas en nuestro país es un aspecto de interés
educativo y cultural, que debe formar parte esencial de la discusión que sobre
la crisis de la educación en todos sus niveles, se mantiene en el tapete.
El Censo realizado recientemente por la Biblioteca Nacional “Pedro Henríquez Ureña”, el cual ha tenido una gran promoción a nivel
nacional e internacional, y muy poco impacto en las autoridades que deben tomar
esos datos como referentes para implementar las políticas culturales que
corrijan o mejoren la situación.
Si algo indica el II Censo Nacional de Bibliotecas, es que aun con leyes
y decretos, muy poco se logró en los últimos 8 anos en este renglón. Pero todo ello es consecuencia del abandono y
la desidia de las autoridades, que priorizaron a su antojo, a pesar de
estudios, observatorios y cientos de hojas publicadas sobre lo mismo.
Ha de recordarse los años que languideció la misma Biblioteca Nacional,
a espera de que se reconstruyera un elefante blanco que se hace más grande y
más pomposo, pero que aleja más a esa institución de sus verdaderos objetivos y
fines.
Sin duda alguna que en las condiciones actuales y al paso que van las cosas en la Biblioteca
Nacional, habrá que esperar 6 años más para que empiece a funcionar,
probablemente como lo que era antaño, una biblioteca que atiende a estudiantes
de escuelas básicas y realiza actividades de poca trascendencia para la difusión
y la preservación de la bibliografía nacional.
El caso de la Biblioteca de Bonao, la cual duro más de una década en
construcción y aunque inaugurada el 31
de julio de este año, carece de libros y mobiliario, lo que ha imposibilitado
su apertura formal.
Recientemente he leído una nota periodística que revela los grandes
descuidos institucionales a que se llega en este país con las bibliotecas. La
Asociación Amigos del Museo de Arte Moderno convoca a una actividad titulada
“Contribuye con un libro de arte a la biblioteca del MAM”,
Desde 1980, es decir por más de tres décadas, la
biblioteca del Museo de Arte Moderno ha ofrecido sus servicios a un amplio
público. Es especializada en artes visuales y está dirigida a estudiantes,
artistas e investigadores. Posee una colección bibliográfica para satisfacer sus
usuarios en todas las especialidades y expresiones del arte, desde las más
tradicionales hasta los contemporáneos.
Es bueno recordar que ya disponemos de la Ley del Libro y Bibliotecas,
donde se establece claramente, en su Artículo 5.: “Declaratorias de Interés
Social. Por su vínculo indisoluble con la educación, la ciencia, la
tecnología, la cultura, el patrimonio cultural y las relaciones sociales y
económicas de la nación, se declaran de interés social la política de
fomento de la lectura, del Sistema Nacional de Bibliotecas (…)”.
Finalmente, debo aclarar mi convicción de que
sin bibliotecas difícilmente superemos la crisis educativa, porque como
establece la UNESCO en el Manifiesto de las Bibliotecas Publicas en la biblioteca pública como fuerza viva
de educación, cultura e información y como agente esencial de fomento de la paz
y los valores espirituales en la mente del ser humano.
*La autora es asesora en sistemas de información, bibliotecas y centros
de documentación.